Algunas señales de que tu caldera requiere mantención incluyen:

• Ruidos extraños (golpes, silbidos o vibraciones).

• Aumento en el consumo de gas o energía.

• Dificultad para mantener la temperatura deseada.

• Olores inusuales o fugas de agua.

• Encendido lento o fallas al arrancar.
  Si notas alguno de estos síntomas, es momento de programar una revisión profesional para evitar problemas mayores.

Se recomienda realizar una mantención al menos una vez al año, preferiblemente antes del inicio del invierno. Esto asegura que tu caldera funcione de manera eficiente y segura durante los meses de mayor uso. Si tu caldera lleva más de un año sin revisión, es urgente programar una mantención para evitar fallas y garantizar su correcto funcionamiento.

No realizar la mantención a tiempo puede generar:

• Mayor consumo de energía y gas, lo que se traduce en facturas más altas.

• Riesgo de averías costosas o daños irreparables en la caldera.

• Posibles fugas de gas o agua, que pueden ser peligrosas para tu hogar.

• Pérdida de eficiencia en la calefacción, especialmente en invierno.
  Programar una mantención preventiva es la mejor forma de ahorrar dinero y evitar riesgos.

Algunos códigos de error frecuentes que indican la necesidad de mantención son:

• Error E01 o E02: Problemas de encendido o llama.

• Error E10 o E20: Fallas en la presión del agua.

• Error E40 o E50: Sobrecalentamiento o bloqueo del sistema.
  Si tu caldera muestra alguno de estos códigos, es importante contactar a un técnico especializado para una revisión y mantención.

El tiempo de una mantención profesional suele ser de 1 a 2 horas, dependiendo del estado de la caldera. Durante este proceso, se realiza una limpieza interna, revisión de componentes, ajustes de presión y verificación de fugas. Es un proceso rápido que garantiza el óptimo funcionamiento de tu caldera para toda la temporada de invierno.